(fragmentos)
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Afuera
...........d e s p r e n d i d o
el Sol te contempla como si fuese tu madre –una mujer de helio,
titánica dulzura.
Sus rayos anhelan tocar tus sienes con vigorosas guirnaldas.
....................El llameante corazón es dueño de toda travesía;
....................el dorado puño, testigo de todas las épocas.
Yo sólo tengo una flor, un tiempo, un éxodo.
Estoy rota de ti.
........................¿Es posible otro destierro?
El Sol es ahora mi hijo
y yo misma una puerta abriéndose a la luz como una estrella.
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Yo también fui un árbol,
como mi madre, como mi hermana,
como toda mujer sobre la Tierra.
En mi follaje solfeabas notas perfectísimas;
.......detenido el vuelo,
.......el canto y el ala muy adentro.
Ahora soy la lluvia,
silenciosa filigrana de relámpagos.
El mar.
La quilla roja de un barco en tu mirada.
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Retornarás a mi vientre
como el náufrago al navío que lo arrojó al mar, lleno de sebo y gritos,
acedado en el agua de todas las transparencias:
un Atlántico
perfectamente vacío, vacío
como el cuenco en las manos de Dios cuando amasaba el Universo
–apenas un sueño diminuto– sólo para nosotros.
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